DENIFICIÓN
Por su estrecha relación patogénica, se estudiarán conjuntamente la displasia cráneo-cervical, la siringomielia y la malformación de Chiari. Dada la confusión nosológica que rodea a estos procesos, empezaremos con una definición terminológica.
DISPLASIA CRÁNEO-CERVICAL
El término displasia cráneo-cervical se aplica a trastornos en el desarrollo de la porción encondral del hueso occipital y de las dos primeras vértebras cervicales, cuya consecuencia es un conjunto variable de malformaciones cráneocervicales 1,3. Estudiaremos las más importantes.
El término impresión basilar se aplica para cualquier desplazamiento hacia arriba de la base craneal (Figs. 1 y 2). Se habla de impresión basilar cuando la punta de la odontoides sobrepasa en 4 mm la línea de McGregor (en una radiografía lateral de cráneo esta línea une el límite posterior del paladar duro y el inferior de la escama occipital).
Otras malformaciones craneales quedan perfectamente definidas por sus designaciones: aplanamiento de la fosa posterior, platibasia (ángulo basal>145 º), acortamiento clival, hipoplasia de los cóndilos occipitales y occipitalización o asimilación del atlas. Las malformaciones vertebrales incluyen el síndrome de Klippel-Feil (fusión C2-C3:), hipoplasias vertebrales y formaciones óseas anormales (manifestaciones de la vertebral cervical).
Consecuencia de cualquier malformación del basicondrocráneo será, casi indefectiblemente, una reducción del continente de la fosa posterior (recuérdese que todo el hueso occipital por debajo de su porción interparietal tiene un origen encondral, es decir, la displasia occipital afecta a la porción del hueso en la que se modela la fosa posterior).
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